Una de las frases que más se repite en verano es “qué calor hace”. Si no lo damos más vueltas, hasta aquí, todo normal. Sin embargo, en los últimos años estamos viendo como nuestro planeta no para de calentarse y los veranos, en España y muchos otros lugares, son más y más calurosos.
Aparte del calor normal que toca por la época del año (no nos engañemos, en la mayoría del país es norma general que haga calor en verano), cada vez más nos visitan las olas de calor. Una ola de calor es una invasión de aire muy caliente sobre una zona extensa en el que aparecen temperaturas anormalmente elevadas durante un periodo unos tres días seguidos, en donde el 10% de las estaciones consultadas miden máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto, que son los más cálidos en nuestra latitud.
No obstante, no significa que en otros periodos del año se puedan producir olas de calor. Pero, al ser los meses más calurosos, es normal que sean julio y agosto los que sufren más este tipo de eventos.
Generalmente, las olas de calor provocan un ambiente muy cálido. Además, la mayoría de ellas son secas. Entonces, ¿por qué las olas de calor no acostumbran a ser húmedas? El propio calor atmosférico provoca que se condense la humedad y se formen nubes, lo que conlleva que disminuya el calor atmosférico, o calor de condensación, puesto que este es absorbido por las nubes. Por eso, en zonas del ecuador no se acostumbran a registrar las temperaturas más altas del planeta, ya que estas están frenadas por la presencia de más nubosidad.
¿Por qué España recibe más olas de calor que otras regiones?
Algunas regiones son más propensas a sufrir olas de calor que otras. Por ejemplo, las que tienen un clima mediterráneo tienen una canícula en la que, si se producen estos períodos tan calurosos, el episodio se puede convertir en muy cálida. En la península, la proximidad del Sáhara, es una de las razones por las que tenemos más olas de calor que otros lugares de Europa a la misma latitud. Allí es donde empieza una masa muy seca y recalentada que, si se cumplen ciertas condiciones, puede subir hacia la península ibérica.
Las regiones más afectadas son Andalucía y Murcia, aunque como ha quedado demostrado este año, casi ningún lugar de España se libra de estos eventos durante el verano.
Además, dependiendo de la ciudad del país, las olas de calor tienen temperaturas diferentes. Por ejemplo, en Sevilla es necesario que durante un mínimo de 3 días se superen los 41 grados, mientras que en Barcelona el umbral es de 31 grados. Otros ejemplos son Madrid, donde el umbral para que se considere una ola de calor es de 36,5 grados, o la mayoría de poblaciones de la costa gallega, donde a partir de los 27 grados ya se puede hablar de ola de calor.
¿Cuál ha sido la peor ola de calor en España?
Aunque en los últimos 5 años hemos vivido olas de calor excepcionales, la que se califica la peor fue la del verano de 2015, que es la más larga hasta la fecha desde 1975. Su duración fue de 26 días, del 27 de junio al 22 de julio de 2015, donde hubo 30 provincias afectadas. En grandes partes del país se superaron los 40 grados durante semanas.
¿Serán peores las olas de calor en el futuro?
Es muy difícil predecir qué pasará en el futuro, cuando todavía no podemos decir con certeza cómo será el tiempo la semana que viene. Sin embargo, las proyecciones no son nada halagüeñas.
La mayoría de estudios reflejan que el verano en España cada vez será más largo, por lo que la posibilidad de recibir más olas de calor será más alta. Eso no significa que las temperaturas en estos episodios vayan a ser más altos, sino que la posibilidad de vivir más olas de calor será más alta.
Si quieres seguir la temperatura que hace durante una ola de calor o en general, no dudes en consultar las mejores estaciones meteorológicas.